Cuando los ingenieros se quieren divertir suelen construir máquinas impresionantes y peligrosas a partes iguales. Por ejemplo, han creado el Mercedes B 55, producto de encajar en el vano motor del pequeño monovolumen un motor 5.5 V8 procedente de un Clase S, con sus correspondientes 388 CV. El proyecto que os mostraremos a continuación lleva unos años circulando por Internet, pero no por ello pierde espectacularidad. El BMW Brutus es la obra maestra de un grupo de ingenieros del Museo de la Técnica de Sinsheim (Alemania).
Partiendo de la base de un coche de carreras fechado en torno a 1915 – y origen desconocido, algunos hablan de una de las “Bestias de Turín” de Fiat, otros de un chasis American LaFrance modificado – han creado un monstruo de 750 CV con 48 litros de cilindrada. El motor que monta Brutus es un BMW VI, un motor de aviación de mediados de los años 20, por los que BMW comenzaba a ser famosa antes siquiera de producir coches. Es un motor de gasolina, con disposición de doce cilindros en uve.
De aspiración atmosférica, montado en el Brutus tiene un consumo aproximado de 1 l/km (unos 100 l/100 km). Desarrolla 750 CV de potencia máxima a sólamente 1.700 rpm. Cada cilindro tiene un cubicaje de 4 litros. Se desconoce el par máximo que genera, pero nadie debería extrañarse si fuese de 3.000 Nm, tranquilamente. Propulsa sólamente a las delgadas ruedas traseras a través de una cadena de gran calibre, pues en la época aún no se estilaban los diferenciales.
Cuando los ingenieros lo arrancan – con una mezcla bastante rica gasolina/aire – despide un estruendo increíble y agita todo el chasis de manera violenta. El motor expulsa llamaradas por los 12 colectores de escape mientras la tierra tiembla a su alrededor. Conducir este coche requiere bastante tacto. En primer lugar, es muy sencillo quemar el embrague en menos que canta un gallo – acordaos del par motor – y es un embrague apenas protegido junto a los pies del conductor.
En segundo lugar hay que ser cautelosos con el acelerador. Las ruedas son casi de bicicleta y es muy sencillo convertirlas en humo si pisamos más de la cuenta el pedal derecho. El ingeniero comenta que incluso a 150 km/h es sumamente sencillo perder rueda. ¿Cual es el propósito de crear un coche así? Pura diversión y pasión por la técnica. A nadie se le ocurriría competir con un coche así, puede ser un misil en línea recta, pero ante una curva el conductor debería ir escogiendo una religión.
Desconocemos el peso de Brutus, pero no me extrañaría una cifra superior a las dos toneladas, principalmente por el pesado motor. Una última curiosidad. Este motor de aviación fue el último desarrollado íntegramente por BMW pues poco después se pasó a los motores radiales, que fabricaba bajo licencia basándose en diseños estadounidenses de Pratt&Whitney y Hornet.