Los fabricantes de automóviles se estrujan los cerebros para encontrar y satisfacer las necesidades de sus potenciales compradores con el objetivo de aumentar sus ventas. Y siguiendo este camino, BMW se sacó de la manga el Serie 5 GT: espacio y comodidad sin prescindir de la deportividad. ¿Han dado con la fórmula mágica del éxito?
Lo primero que piensas al encontrarte de frente con un Serie 5 GT es que se trata de un coche con un carácter muy deportivo, con toques de agresividad, pero al mismo tiempo elegante. Si se abandona la visión de su frontal y se comienza a dar una vuelta a su alrededor, la sorpresa es grande. Una línea de techo mucho más alta que en cualquier otra berlina de la marca y un "trasero" muy voluminoso y grande. Sin lugar a dudas, es coche "raro". ¿Bonito o feo? Diferente.
Como un monovolumen
BMW ha querido seducir a aquellos padres que necesitan espacio para el equipaje de toda la familia, pero no quieren un monovolumen -por su falta de encanto estético y su carácter aburrido en la conducción- y tampoco son partidarios de los todoterrenos o SUV.
El interior sí que ofrece la gran sensación de amplitud y espacio que la marca alemana promete. En su posición estándar, los asientos posteriores ofrecen mucho hueco para las piernas, comparable a aquél disponible en un Serie 7. Por otro lado, la distancia desde las cabezas hasta el techo es similar a la de un X5. En esta configuración, el maletero del Serie 5 Gran Turismo tiene un volumen de 440 litros.
El coche también cuenta con una modularidad casi desconocida hasta ahora en la marca bávara. Los asientos posteriores pueden desplazarse hacia delante hasta 100 milímetros para obtener más capacidad de carga. En ese caso, los ocupantes de estos asientos disfrutan de espacio sólo suficiente para sus rodillas, parecido a aquél disponible en una berlina de la Serie 5 de BMW. Con esta configuración, el volumen del maletero aumenta hasta 590 litros. Abatiendo los respaldos de los asientos traseros y el elemento de separación, el maletero alcanza su volumen máximo de 1.700 litros.
Las comparativas se hacen con modelos de la propia marca, porque es más que posible que los verdaderos rivales de este Gran Turismo estén en casa.
Lujo y comodidad
El espacio es generoso, aunque siempre puede ser cuestión de gustos. Lo que es prácticamente indiscutible es que su calidad de acabados interiores es de auténtico lujo y su comodidad es realmente impresionante. Sin lugar a dudas, es el BMW más cómodo que hay ahora en el mercado.
El interior se inspira y hasta copia el diseño y la disposición del Serie 7. Todo está a mano para el conductor y el copiloto. Y el manejo de los mandos es sencillo e intuitivo. La ergonomía está muy conseguida, especialmente para quien se sienta detrás del volante: seña de identidad de la casa.
¿Y la deportividad?
Hasta el momento, BMW ha cumplido con todos las promesas que realiza a su público con este coche, pero falta una muy importante: la deportividad. Parece un sacrilegio dudar de la deportividad de un modelo de esta marca, pero hay que recordar que estamos ante un vehículo que casi mide cinco metros de largo (4.998 mm) y pesa 2.690 kilogramos.
El modelo de la prueba era el 550i. Esto quiere decir que monta un motor gasolina V8 con doble turbo de 4.395 centímetros cúbicos que desarrolla una potencia de 407 CV. El propulsor es realmente bueno. Es suave y contundente en la aceleración, capaz de dejar a los pasajeros pegados contra los asientos cuando se pisa con energía el acelerador. Mueve con mucha soltura las más de 2,5 toneladas del vehículo.
El motor cumple con la deportividad prometida. El tacto de la dirección - muy precisa- también. Al volante, en una conducción tranquila no parece que estemos ante un coche de esas dimensiones, pero en las carreteras con curvas la carrocería se inclina algo más de lo que nos tiene acostumbrados la marca. El Serie 5 GT gana en confort pero la dinámica sale penalizada.
Esto ocurre en la posición "Normal" del Adaptive Drive (opcional), que regula la extensión y la compresión de la suspensión. En la posición "Comfort" los balanceos son algo más acusados, aunque la comodidad también aumenta. Cuando se activa la modalidad "Sport +" el modelo gana en deportividad, aunque todavía no llega a alcanzar a algunos de sus hermanos de otras Series.
Alta tecnología
BMW no ha escatimado en recursos tecnológicos para este modelo. La lista de opciones de seguridad y confort del Serie 5 GT es interminable... y también muy cara.
Todo lo que la marca es capaz de desarrollar en un vehículo lo ha puesto en este modelo: cámara de visión nocturna; cámara trasera y laterales en la parte delantera; disco duro de 80 GB; sistema de entretenimiento con DVD para los pasajeros de las plazas traseras; pantalla virtual Head-Up-Display que refleja la velocidad y las órdenes del GPS en el parabrisas...
Conclusión
Es el BMW más diferente de cuantos se hayan construido en Munich. Y su principal diferencia es que por primera vez en la marca, el confort, el lujo y el espacio están por encima de la deportividad.
Si se le compara con vehículos de similares dimensiones, como pueden ser los distintos monovolúmenes del mercado (generalistas) o el gigante Mercedes Clase R, sin lugar a dudas, el Serie 5 GT es un vehículo mucho más divertido de conducir. Y si se elige con el motor de la prueba, el gasolina V8 biturbo, mucho más.
¿Tendrá éxito? El mercado es soberano, pero este GT tiene los principales rivales en casa. Son el Serie 7 y especialmente el X5. El Serie 5 GT 550i se vende por 87.264 euros, mientras que el Serie 7 con el mismo motor cuesta 106.707 euros y el X5 84.878 euros.
Lo primero que piensas al encontrarte de frente con un Serie 5 GT es que se trata de un coche con un carácter muy deportivo, con toques de agresividad, pero al mismo tiempo elegante. Si se abandona la visión de su frontal y se comienza a dar una vuelta a su alrededor, la sorpresa es grande. Una línea de techo mucho más alta que en cualquier otra berlina de la marca y un "trasero" muy voluminoso y grande. Sin lugar a dudas, es coche "raro". ¿Bonito o feo? Diferente.
Como un monovolumen
BMW ha querido seducir a aquellos padres que necesitan espacio para el equipaje de toda la familia, pero no quieren un monovolumen -por su falta de encanto estético y su carácter aburrido en la conducción- y tampoco son partidarios de los todoterrenos o SUV.
El interior sí que ofrece la gran sensación de amplitud y espacio que la marca alemana promete. En su posición estándar, los asientos posteriores ofrecen mucho hueco para las piernas, comparable a aquél disponible en un Serie 7. Por otro lado, la distancia desde las cabezas hasta el techo es similar a la de un X5. En esta configuración, el maletero del Serie 5 Gran Turismo tiene un volumen de 440 litros.
El coche también cuenta con una modularidad casi desconocida hasta ahora en la marca bávara. Los asientos posteriores pueden desplazarse hacia delante hasta 100 milímetros para obtener más capacidad de carga. En ese caso, los ocupantes de estos asientos disfrutan de espacio sólo suficiente para sus rodillas, parecido a aquél disponible en una berlina de la Serie 5 de BMW. Con esta configuración, el volumen del maletero aumenta hasta 590 litros. Abatiendo los respaldos de los asientos traseros y el elemento de separación, el maletero alcanza su volumen máximo de 1.700 litros.
Las comparativas se hacen con modelos de la propia marca, porque es más que posible que los verdaderos rivales de este Gran Turismo estén en casa.
Lujo y comodidad
El espacio es generoso, aunque siempre puede ser cuestión de gustos. Lo que es prácticamente indiscutible es que su calidad de acabados interiores es de auténtico lujo y su comodidad es realmente impresionante. Sin lugar a dudas, es el BMW más cómodo que hay ahora en el mercado.
El interior se inspira y hasta copia el diseño y la disposición del Serie 7. Todo está a mano para el conductor y el copiloto. Y el manejo de los mandos es sencillo e intuitivo. La ergonomía está muy conseguida, especialmente para quien se sienta detrás del volante: seña de identidad de la casa.
¿Y la deportividad?
Hasta el momento, BMW ha cumplido con todos las promesas que realiza a su público con este coche, pero falta una muy importante: la deportividad. Parece un sacrilegio dudar de la deportividad de un modelo de esta marca, pero hay que recordar que estamos ante un vehículo que casi mide cinco metros de largo (4.998 mm) y pesa 2.690 kilogramos.
El modelo de la prueba era el 550i. Esto quiere decir que monta un motor gasolina V8 con doble turbo de 4.395 centímetros cúbicos que desarrolla una potencia de 407 CV. El propulsor es realmente bueno. Es suave y contundente en la aceleración, capaz de dejar a los pasajeros pegados contra los asientos cuando se pisa con energía el acelerador. Mueve con mucha soltura las más de 2,5 toneladas del vehículo.
El motor cumple con la deportividad prometida. El tacto de la dirección - muy precisa- también. Al volante, en una conducción tranquila no parece que estemos ante un coche de esas dimensiones, pero en las carreteras con curvas la carrocería se inclina algo más de lo que nos tiene acostumbrados la marca. El Serie 5 GT gana en confort pero la dinámica sale penalizada.
Esto ocurre en la posición "Normal" del Adaptive Drive (opcional), que regula la extensión y la compresión de la suspensión. En la posición "Comfort" los balanceos son algo más acusados, aunque la comodidad también aumenta. Cuando se activa la modalidad "Sport +" el modelo gana en deportividad, aunque todavía no llega a alcanzar a algunos de sus hermanos de otras Series.
Alta tecnología
BMW no ha escatimado en recursos tecnológicos para este modelo. La lista de opciones de seguridad y confort del Serie 5 GT es interminable... y también muy cara.
Todo lo que la marca es capaz de desarrollar en un vehículo lo ha puesto en este modelo: cámara de visión nocturna; cámara trasera y laterales en la parte delantera; disco duro de 80 GB; sistema de entretenimiento con DVD para los pasajeros de las plazas traseras; pantalla virtual Head-Up-Display que refleja la velocidad y las órdenes del GPS en el parabrisas...
Conclusión
Es el BMW más diferente de cuantos se hayan construido en Munich. Y su principal diferencia es que por primera vez en la marca, el confort, el lujo y el espacio están por encima de la deportividad.
Si se le compara con vehículos de similares dimensiones, como pueden ser los distintos monovolúmenes del mercado (generalistas) o el gigante Mercedes Clase R, sin lugar a dudas, el Serie 5 GT es un vehículo mucho más divertido de conducir. Y si se elige con el motor de la prueba, el gasolina V8 biturbo, mucho más.
¿Tendrá éxito? El mercado es soberano, pero este GT tiene los principales rivales en casa. Son el Serie 7 y especialmente el X5. El Serie 5 GT 550i se vende por 87.264 euros, mientras que el Serie 7 con el mismo motor cuesta 106.707 euros y el X5 84.878 euros.