Los coches sirven a un propósito utilitario, pero en muchas ocasiones se tiene un apego emocional hacia ellos cualquiera que sea su clase o precio y diferencia de otros productos, pueden crear emociones muy poderosas.
El padre Era dueño de un Chevrolet Impala SS 1965 y lo mantuvo hasta la década de 1980, cuando se vio obligado a venderlo para pagar la matrícula de sus dos hijos que, naturalmente, era su máxima prioridad en el momento.
Herb no lo sabía entonces, pero dos décadas después, sus hijos, Jared y Derek, lo buscan y le dan una sorpresa
Espero y os guste la historia
El padre Era dueño de un Chevrolet Impala SS 1965 y lo mantuvo hasta la década de 1980, cuando se vio obligado a venderlo para pagar la matrícula de sus dos hijos que, naturalmente, era su máxima prioridad en el momento.
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