El defensa Ricardo Costa salió ileso ayer a mediodía de un aparatoso accidente de coche cuando regresaba a casa, después de entrenar. El accidente se produjo en las inmediaciones de la ciudad deportiva del club valencianista, al perder el control de su vehículo, un Ferrari comprado hace apenas un par de semanas, en una curva en la salida del parque tecnológico de Paterna. En la colisión, el coche — cuyo precio en el mercado puede rondar los 180.000 euros en función de los complementos—, acabó destrozado después de empotrarse contra la valla de unos viveros. Según fuentes del club valencianista, la gravilla de la zona fue la culpable de que derrapase al patinar el coche.
El futbolista portugués, que salió del automóvil por su propio pie sin heridas de consideración, iba acompañado de su padre, que tuvo que ser trasladado en ambulancia a un centro hospitalario al sufrir una crisis de ansiedad por el susto de la colisión
El futbolista portugués, que salió del automóvil por su propio pie sin heridas de consideración, iba acompañado de su padre, que tuvo que ser trasladado en ambulancia a un centro hospitalario al sufrir una crisis de ansiedad por el susto de la colisión