Rimac e-M3, el coche eléctrico más rápido del mundo en aceleración
Cuando hablamos de coches puramente eléctricos, y salvo raras excepciones (que suelen venir de la mano de Tesla o de Fisker), casi siempre se nos viene a la cabeza en un primer momento pequeños utilitarios, con escasa autonomía, prestaciones bastante pobres y, en resumidas cuentas, una tecnología que todavía está en sus primeras etapas de vida y necesita perfeccionarse mucho más, también desde el punto de vista de las prestaciones.
No obstante, Tesla o Fisker no son las únicas compañías que están apostando decididamente por la electricidad: muchos grandes fabricantes también lo hacen, junto con otros que no pasan de artesanos de las cuatro ruedas. Y entre estos últimos bien podría estar la firma croata Rimac Automobili, que parece decidida a experimentar con el motor eléctrico y a la vez demostrar que es posible crear un deportivo muy rápido sin recurrir al oro líquido. Un buen ejemplo bien podría ser este Rimac e-M3, que sobre la base de un BMW Serie 3 E30 han trabajado para adaptarle un motor eléctrico. ¿Resultado? El coche eléctrico más rápido del mundo en aceleración.
En este caso, Rimac no ha recurrido a extraños diseños, ni a diseños de carrocerías que transmitan de un vistazo las aspiraciones “ecológicas” de su prototipo. Nada de eso: lo que encontramos en el Rimac e-M3 es un clásico BMW Serie 3 E30 de 1984, profundamente modificado en lo mecánico para adaptar una mecánica alimentada por energía eléctrica. Ni una sola referencia en su exterior a su nueva condición, salvo en ese llamativo color “verde ecológico”. De hecho, fácilmente podría pasar por un Serie 3 E30 preparado y destinado al drag racing.
Efectivamente, en las carreras de aceleración este Rimac e-M3 se encuentra como pez en el agua. ¿Puede un eléctrico ser totalmente deportivo? La pregunta bien daría para una larga deliberación con muchos matices, pero lo que no admite ya discusión es que, efectivamente, un eléctrico puede ser como mínimo muy rápido. Esta es la prueba definitiva, y es que este prototipo de Rimac ha sufrido numerosas evoluciones hasta llegar a su estado actual, después de tres años de trabajo, con un motor eléctrico que entrega 441 kW, esto es, unos 600 CV, de los cuales la potencia efectiva en las ruedas alcanzan los 404 kW (550 CV).
Con un par máximo de 900 Nm disponible desde el arranque, una batería de 24 kWh y un peso total de 1.150 Kg, no es extraño que sea capaz de acelerar y de quemar rueda como muy pocos coches podrían hacerlo. Baste unas cuantas cifras: aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 3,3 segundos, aceleración de 0-400 metros (cuarto de milla) en 11,3 segundos o 0-1000 metros en sólo 23,26 segundos. La velocidad máxima se sitúa en los 280 km/h, mientras que su autonomía (dato poco relevante en un vehículo de este tipo, que sólo busca batir récords de aceleración) podría alcanzar los 180 km en condiciones favorables.
Hace poco más de año y medio, exactamente el 17 de Abril del 2011, que Rimac batió cinco récords de aceleración (octavo y cuarto de milla, milla recorrida, 0-500 metros y 0-1000 metros), siendo reconocidos hace tan sólo unos días estos registros por la propia FIA, dentro de la categoría A, Grupo VIII (vehículo eléctrico), Clase 3 (más de 1.000 kg). Así que, al menos por el momento, podríamos decir esa rimbombante frase de “coche eléctrico más rápido del mundo en aceleración”, pero de lo que no cabe duda es de su velocidad, y de que también con la electricidad puede haber futuro para la velocidad y la pasión. Este es otro ejemplo de que esto último puede ser posible.
Cuando hablamos de coches puramente eléctricos, y salvo raras excepciones (que suelen venir de la mano de Tesla o de Fisker), casi siempre se nos viene a la cabeza en un primer momento pequeños utilitarios, con escasa autonomía, prestaciones bastante pobres y, en resumidas cuentas, una tecnología que todavía está en sus primeras etapas de vida y necesita perfeccionarse mucho más, también desde el punto de vista de las prestaciones.
No obstante, Tesla o Fisker no son las únicas compañías que están apostando decididamente por la electricidad: muchos grandes fabricantes también lo hacen, junto con otros que no pasan de artesanos de las cuatro ruedas. Y entre estos últimos bien podría estar la firma croata Rimac Automobili, que parece decidida a experimentar con el motor eléctrico y a la vez demostrar que es posible crear un deportivo muy rápido sin recurrir al oro líquido. Un buen ejemplo bien podría ser este Rimac e-M3, que sobre la base de un BMW Serie 3 E30 han trabajado para adaptarle un motor eléctrico. ¿Resultado? El coche eléctrico más rápido del mundo en aceleración.
En este caso, Rimac no ha recurrido a extraños diseños, ni a diseños de carrocerías que transmitan de un vistazo las aspiraciones “ecológicas” de su prototipo. Nada de eso: lo que encontramos en el Rimac e-M3 es un clásico BMW Serie 3 E30 de 1984, profundamente modificado en lo mecánico para adaptar una mecánica alimentada por energía eléctrica. Ni una sola referencia en su exterior a su nueva condición, salvo en ese llamativo color “verde ecológico”. De hecho, fácilmente podría pasar por un Serie 3 E30 preparado y destinado al drag racing.
Efectivamente, en las carreras de aceleración este Rimac e-M3 se encuentra como pez en el agua. ¿Puede un eléctrico ser totalmente deportivo? La pregunta bien daría para una larga deliberación con muchos matices, pero lo que no admite ya discusión es que, efectivamente, un eléctrico puede ser como mínimo muy rápido. Esta es la prueba definitiva, y es que este prototipo de Rimac ha sufrido numerosas evoluciones hasta llegar a su estado actual, después de tres años de trabajo, con un motor eléctrico que entrega 441 kW, esto es, unos 600 CV, de los cuales la potencia efectiva en las ruedas alcanzan los 404 kW (550 CV).
Con un par máximo de 900 Nm disponible desde el arranque, una batería de 24 kWh y un peso total de 1.150 Kg, no es extraño que sea capaz de acelerar y de quemar rueda como muy pocos coches podrían hacerlo. Baste unas cuantas cifras: aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 3,3 segundos, aceleración de 0-400 metros (cuarto de milla) en 11,3 segundos o 0-1000 metros en sólo 23,26 segundos. La velocidad máxima se sitúa en los 280 km/h, mientras que su autonomía (dato poco relevante en un vehículo de este tipo, que sólo busca batir récords de aceleración) podría alcanzar los 180 km en condiciones favorables.
Hace poco más de año y medio, exactamente el 17 de Abril del 2011, que Rimac batió cinco récords de aceleración (octavo y cuarto de milla, milla recorrida, 0-500 metros y 0-1000 metros), siendo reconocidos hace tan sólo unos días estos registros por la propia FIA, dentro de la categoría A, Grupo VIII (vehículo eléctrico), Clase 3 (más de 1.000 kg). Así que, al menos por el momento, podríamos decir esa rimbombante frase de “coche eléctrico más rápido del mundo en aceleración”, pero de lo que no cabe duda es de su velocidad, y de que también con la electricidad puede haber futuro para la velocidad y la pasión. Este es otro ejemplo de que esto último puede ser posible.