El presidente de Honda, Takanobu Ito, lo ha confirmado a la prensa del motor. Sí, habrá un sucesor del NSX, pero acorde a lo que se pide en los tiempos actuales. Será un coche divertido de conducir pero tendrá en mente el respeto al medio ambiente (en la medida de lo posible, claro).
El Honda/Acura NSX fue un deportivo biplaza de motor central y propulsión trasera que se vendió de 1990 a 2005 en dos generaciones. Su motor V6 (3.0 ó 3.2) atmosférico entregaba de 274 a 294 CV de potencia, con un peso entre 1.274 y 1.403 kg en vacío, según la versión. Ha sido el mejor coche que ha hecho esa marca en mucho tiempo.
Cuando salió ese coche, era la época dorada de la Fórmula 1, tiene algo de esa tecnología en su desarrollo. De hecho, el mismo Ayrton Senna colaboró en su puesta a punto. Hoy día, la filosofía de Honda es un poco diferente, y el futuro NSX tendrá entre sus premisas ser semihíbrido. Vamos, como un CR-Z, pero a lo bestia.
En estas imágenes podemos ver cómo el maestro domó el NSX a la perfección en circuito. Los más quemaos deberían aprender de cómo maneja los pedales, un alarde de precisión que solo los pilotos de carreras hacen tan bien. Pero volvamos a nuestra historia.
El señor Ito ha confirmado que un motor eléctrico dará asistencia al motor de combustión, y eso es un coche híbrido. Lo más seguro es que sea semihíbrido, es decir, el motor eléctrico no podrá propulsar por sí solo el coche con el motor de combustión apagado. No sabemos ni cuándo saldrá ni de qué potencias estaremos hablando. Ya sabíamos que estaban probando algo así.
Porsche, por ejemplo, ya ha demostrado que híbridos y deportivos no son conceptos incompatibles, y que pueden casar realmente bien, como en el Porsche 918 Spyder. No es que los deportivos estén mal vistos, sería ir lejos, pero los tiempos modernos (legislaciones sobre todo) hacen más exigente el proceso ingenieril.
Honda ya tiene un coche deportivo, perdón, de corte deportivo en su gama y con sistema IMA. El Honda CR-Z es un coche muy correcto pero entre sus limitaciones está la potencia de 125 CV. El futuro NSX sería otra cosa, con potencia de sobra, seguramente de un motor en V con más de tres litros.
Pero pensar en algo muy grande, como un V10 o un V12, está ya fuera de lugar. Takanobu Ito dijo textualmente: “Estamos trabajando duramente en ello”. Su predecesor en el cargo eliminó la posibilidad del nuevo NSX por la política de recortes, que entre otras cosas, sacó a Honda de la Fórmula 1.
Desde luego Honda no quiere perder el carro. Toyota y Nissan ya amenazan con sacar un coche de altas prestaciones con sistema híbrido. La guerra por la fuerza bruta ya no está de moda, ahora lo que se lleva es hacer coches que saquen mucho más partido a la gasolina y den más potencia real de la que el motor térmico da por sí solo.
PD: Espero que cambiar la correa de la distribución deje de costar unos 3.000 euros (muchas horas de mano de obra)