La Policía Nacional ha detenido, tras una persecución por las calles de Madrid, a tres jóvenes que huían a 180 kilómetros por hora en un Seat 124 con 35 años de antigüedad -uno de los coches clásicos relacionados con el fenómeno 'quinqui' de los años 80- y que incluso circularon más de 300 metros en dirección contraria. Según ha informado este sábado la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los tres detenidos son de nacionalidad española y tienen edades comprendidas entre los 20 y 26 años.
La persecución comenzó sobre las 03:00 horas de la madrugada del viernes cuando los agentes observaron un turismo que rebasaba un semáforo cuando estaba en rojo a la altura del Paseo de Extremadura de Madrid. Los agentes le dieron el alto empleando los medios acústicos y luminosos del vehículo policial, pero sus ocupantes hicieron caso omiso a las indicaciones y emprendieron una veloz huida en dirección a la carretera de Extremadura.
Durante la persecución, los jóvenes rebasaron diversos semáforos en rojo, no respetaron ningún cruce y pusieron en grave riesgo su propia vida y la de otros usuarios de la vía, así como la de los agentes policiales. Tras saltarse una mediana, el vehículo realizó un cambio de sentido y continuó la huida en dirección contraria durante más de 300 metros, maniobra que obligó a un autobús nocturno a subirse a la mediana separadora de los carriles para evitar la colisión.
Cuando se encontraban ya en la localidad de Fuenlabrada y debido al exceso de velocidad, el conductor del vehículo perdió el control y se empotró contra uno de los coches policiales, tras lo que sus tres ocupantes emprendieron entonces la huida a la carrera pero fueron finalmente arrestados. A los detenidos se les imputa un delito contra la seguridad vial y de atentado a agente de la autoridad, ya que ofrecieron fuerte resistencia a su detención.
vaya gordura que bonito esta
La persecución comenzó sobre las 03:00 horas de la madrugada del viernes cuando los agentes observaron un turismo que rebasaba un semáforo cuando estaba en rojo a la altura del Paseo de Extremadura de Madrid. Los agentes le dieron el alto empleando los medios acústicos y luminosos del vehículo policial, pero sus ocupantes hicieron caso omiso a las indicaciones y emprendieron una veloz huida en dirección a la carretera de Extremadura.
Durante la persecución, los jóvenes rebasaron diversos semáforos en rojo, no respetaron ningún cruce y pusieron en grave riesgo su propia vida y la de otros usuarios de la vía, así como la de los agentes policiales. Tras saltarse una mediana, el vehículo realizó un cambio de sentido y continuó la huida en dirección contraria durante más de 300 metros, maniobra que obligó a un autobús nocturno a subirse a la mediana separadora de los carriles para evitar la colisión.
Cuando se encontraban ya en la localidad de Fuenlabrada y debido al exceso de velocidad, el conductor del vehículo perdió el control y se empotró contra uno de los coches policiales, tras lo que sus tres ocupantes emprendieron entonces la huida a la carrera pero fueron finalmente arrestados. A los detenidos se les imputa un delito contra la seguridad vial y de atentado a agente de la autoridad, ya que ofrecieron fuerte resistencia a su detención.
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